El 99% de los emprendedores son freelance, que es una palabra bonita para autónomo.
Solo hay dos formas de trabajar: contratado (cuenta ajena) o como autónomo (cuenta propia).
Incluso si constituyes una empresa, tienes que ser tú, persona humana, autónomo.
Aquí sí importa la facturación, porque tienes que pagar la cuota que te corresponde mes a mes.
Bonificaciones: si es tu primera vez como autónomo puedes acogerte a la cuota reducida.
Un truco: la seguridad social permite, sin riesgo de reclamaciones, que tramites hasta 3 altas al año. Puedes estar de baja en los periodos de inactividad y darte de alta cuando realizas de forma habitual, personal y directa la actividad económica.
Este truco tiene sentido al principio de todo, una vez has despegado mejor cumplir con nuestras obligaciones.